Parte 1.
Error
Carta 298
298. A Lou von Salomé en Stibbe
<Naumburg, 8 de septiembre de 1882>
Mi querida Lou,
Todo lo que usted me informa me hace mucho bien. ¡Además, yo requiero algo que me haga bien!
Mi crítico veneciano me ha escrito una carta sobre la música que compuse para su poema; se la adjunto(1) — usted tendrá sus ideas personales al respecto. Aceptar la vida aún me sigue costando mi mayor resolución. Tengo muchas cosas delante de mí, sobre mí, y detrás de mí. — Hoy me traslado a Leipzig, y si me salen bien algunas cosas, quizás incluso por un mes(2). Quiero aprovechar la biblioteca y trabajar.
Ahora me parece como si mi retorno »a los hombres« debiera resultar en que yo perdiese a los pocos que aún poseía de algún modo. Todo es sombra y pasado. ¡Que el cielo me conserve lo poco de mi humanidad! —
En cuanto a Tautenburg, olvidé contarle que el pastor(3) estaba fuera de sí de asombro cuando el día después de su partida oyó que tenía a una alumna de Biedermann(4) en su casa. Ciertamente él lo considera el filósofo más perspicaz de todos y se ve a sí mismo como su único alumno verdadero. Los 3 marcos que dejó sobre la mesa en Dornburg, me permití entregarlos, en su nombre, a la Asociación para el Embellecimiento de Tautenburg.
Mi hermana no ha retornado(5).
Justo ahora llegó el matrimonio segreto(6) — tras una primera hojeada, lo reconozco ya como una obra maestra. No se ría de la rapidez de mi juicio — yo soy muy pero muy músico.
Le recomiendo a usted y al amigo Rée (al que le agradezco de corazón su carta) reflexionar sobre cómo se ha desarrollado el sentimiento de la responsabilidad. El sentimiento del yo en un miembro individual del rebaño, al igual que su remordimiento de consciencia como remordimiento del rebaño, es extraordinariamente difícil de captar con la fantasía — y en ningún caso puede ser sólo deducido. Hace muy poco, mis reflexiones sobre el origen del lenguaje, me dieron la más grande confirmación de mi teoría del instinto del rebaño(7).
¡Para adelante, mi querida Lou, y para arriba!
Con los deseos más afectuosos, su F.N.
------- NOTAS -------
- Cf. carta 295, a H. Köselitz, 1 de septiembre de 1882.
- Este traslado fue causado por la discusión con la madre, cf. carta 301.
- Hermann Otto Stölten, cf. carta 248.
- Asistió en la Universidad de Zúrich, en el semestre de invierno de 1880-1881, a las clases de dogmática e historia de las religiones de Alois Emanuel Biedermann (1818-1885), uno de los más importantes teólogos protestantes de su época. Su obra principal, Christliche Dogmatik, fue publicada en 1869. Fue Biedermann quien hizo posible el acceso de Lou a los estudios universitarios en Zúrich, tras una entrevista de admisión. Cf. C. Koepke, Lou Andreas-Salomé, Insel, Frankfurt a. M., 1986, pp. 48-54.
- Elisabeth se quedó en Tautenburg hasta finales de septiembre.
- La reducción para piano del acto I de la ópera de Köselitz.
- Cf. La ciencia alegre, § 354 y los fragmentos póstumos 11[185] y 12[213] de la primavera-otoño 1881.
Carta 231
Poco después del 24 my. 1882
Carta 234
28 my. 1882
Carta 237
7 jun. 1882 (miérc.)
Carta 239
Probabl. el 10 jun. 1882
Carta 240
Probabl. el 12 jun. 1882
Carta 241
15 jun. 1882 (juev.)
Carta 243
18 jun. 1882 (dom.)
Carta 249
26 jun. 1882 (lun.)
Carta 251
27/28 jun. 1882
Carta 256
3 jul. 1882
Carta 269
16 jul. 1882
Carta 279
4 agto. 1882
Carta 287
8-24 agto. 1882
Carta 288
8-24 agto. 1882
Carta 289
8-24 agto. 1882
Carta 290
25 agto. 1882
Carta 291
26 agto. 1882
Parte 2.
Error
Carta 298
298. A Lou von Salomé en Stibbe
<Naumburg, 8 de septiembre de 1882>
Mi querida Lou,
Todo lo que usted me informa me hace mucho bien. ¡Además, yo requiero algo que me haga bien!
Mi crítico veneciano me ha escrito una carta sobre la música que compuse para su poema; se la adjunto(1) — usted tendrá sus ideas personales al respecto. Aceptar la vida aún me sigue costando mi mayor resolución. Tengo muchas cosas delante de mí, sobre mí, y detrás de mí. — Hoy me traslado a Leipzig, y si me salen bien algunas cosas, quizás incluso por un mes(2). Quiero aprovechar la biblioteca y trabajar.
Ahora me parece como si mi retorno »a los hombres« debiera resultar en que yo perdiese a los pocos que aún poseía de algún modo. Todo es sombra y pasado. ¡Que el cielo me conserve lo poco de mi humanidad! —
En cuanto a Tautenburg, olvidé contarle que el pastor(3) estaba fuera de sí de asombro cuando el día después de su partida oyó que tenía a una alumna de Biedermann(4) en su casa. Ciertamente él lo considera el filósofo más perspicaz de todos y se ve a sí mismo como su único alumno verdadero. Los 3 marcos que dejó sobre la mesa en Dornburg, me permití entregarlos, en su nombre, a la Asociación para el Embellecimiento de Tautenburg.
Mi hermana no ha retornado(5).
Justo ahora llegó el matrimonio segreto(6) — tras una primera hojeada, lo reconozco ya como una obra maestra. No se ría de la rapidez de mi juicio — yo soy muy pero muy músico.
Le recomiendo a usted y al amigo Rée (al que le agradezco de corazón su carta) reflexionar sobre cómo se ha desarrollado el sentimiento de la responsabilidad. El sentimiento del yo en un miembro individual del rebaño, al igual que su remordimiento de consciencia como remordimiento del rebaño, es extraordinariamente difícil de captar con la fantasía — y en ningún caso puede ser sólo deducido. Hace muy poco, mis reflexiones sobre el origen del lenguaje, me dieron la más grande confirmación de mi teoría del instinto del rebaño(7).
¡Para adelante, mi querida Lou, y para arriba!
Con los deseos más afectuosos, su F.N.
------- NOTAS -------
- Cf. carta 295, a H. Köselitz, 1 de septiembre de 1882.
- Este traslado fue causado por la discusión con la madre, cf. carta 301.
- Hermann Otto Stölten, cf. carta 248.
- Asistió en la Universidad de Zúrich, en el semestre de invierno de 1880-1881, a las clases de dogmática e historia de las religiones de Alois Emanuel Biedermann (1818-1885), uno de los más importantes teólogos protestantes de su época. Su obra principal, Christliche Dogmatik, fue publicada en 1869. Fue Biedermann quien hizo posible el acceso de Lou a los estudios universitarios en Zúrich, tras una entrevista de admisión. Cf. C. Koepke, Lou Andreas-Salomé, Insel, Frankfurt a. M., 1986, pp. 48-54.
- Elisabeth se quedó en Tautenburg hasta finales de septiembre.
- La reducción para piano del acto I de la ópera de Köselitz.
- Cf. La ciencia alegre, § 354 y los fragmentos póstumos 11[185] y 12[213] de la primavera-otoño 1881.
Carta 293
Finales de agto. 1882
Carta 298
8 de sept. 1882
Carta 305
16 de sept. 1882