Parte 1.
Error
Carta 251
251. A Lou von Salomé en Stibbe
<Tautenburg, 27/28 de junio de 1882>
Querida amiga
¡cómo me alegro de oír que el buen barco ha llegado a buen puerto!(1) En este momento los tres perteneceremos a las personas más satisfechas que existen. Esta Tautenburg me encanta y encaja conmigo en todo y cada una de las cosas; y una vez más en este maravilloso año me siento sorprendido por un inesperado regalo del destino. Para mis ojos y mis solitarias inclinaciones este es el paraíso; entiendo la indicación de que el tiempo de mis andanzas al sur ha pasado; el viaje desde Messina al Grunewald ha puesto un gran punto final a ese pasado.
Entretanto he compartido todo lo concerniente a usted con mi hermana. Tras el largo tiempo de separación sentí que ha progresado mucho y está más madura que antes, digna de toda confianza y con mucho amor hacia mí. Sus propios planes para el invierno están entretanto fijados (se va para Génova, a mi alojamiento de allá, después a Roma); mi preocupación de que estos quisieran cruzarse con los míos vieneses está con ello resuelta. Además ella tiene ahora sus propias inclinaciones al retiro y al »no dejarse influir« — y por eso creo a fin de cuentas que usted puede intentar vivir con ella y con nosotros. — Mi completo silencio no era necesario, ¿no cree usted? Hoy lo analicé y encontré como motivo de fondo: la desconfianza en mí mismo. Ciertamente he pasado por un acontecimiento, el haber ganado una »nueva persona«, y haber perdido los sesos literalmente — como consecuencia de una soledad demasiado rigurosa y de una renuncia a todo amor y a toda amistad. Yo debía guardar silencio, porque hablar de usted me habría turbado en cada ocasión (me pasó en casa de los queridos Overbeck) Ahora le estoy contando esto para hacerla reír. Resulta que sigo siendo muy humano, demasiado humano, y mis tonterías crecen junto con mi sabiduría.(2)
Esto me recuerda a mi »ciencia alegre«. El jueves llegan las primeras galeradas, y el sábado debe salir a la imprenta la última parte del Ms. Ahora ando ocupado con cuestiones lingüísticas muy sutiles; la decisión final sobre el texto me obliga a la »escucha« más escrupulosa de palabras y frases. El escultor llama a esta labor última »ad unguem«. — Con este libro se cierra aquella serie de escritos que empezó con »Huma. Demas..«: todos juntos deben erigir »una nueva imagen y un nuevo ideal del espíritu libre«.
Usted habrá adivinado hace mucho que no se trata, desde luego, de »los libres hombres de acción«(3). Más bien — pero aquí quiero terminar y reír. A usted y al amigo Rée
con afectuosa simpatía, FN.
Respuesta a una carta no conservada de Lou von Salomé.
------- NOTAS -------
- Lou von Salomé estaba residiendo desde mediados de junio en Stibbe, en casa de los Rée.
- Cf. La ciencia alegre, § 342.
- Cf. Humano, demasiado humano I, § 283.
------- FUENTES -------
http://www.nietzschesource.org/#eKGWB/BVN-1882,251
Carta 231
Poco después del 24 my. 1882
Carta 234
28 my. 1882
Carta 237
7 jun. 1882 (miérc.)
Carta 239
Probabl. el 10 jun. 1882
Carta 240
Probabl. el 12 jun. 1882
Carta 241
15 jun. 1882 (juev.)
Carta 243
18 jun. 1882 (dom.)
Carta 249
26 jun. 1882 (lun.)
Carta 251
27/28 jun. 1882
Carta 256
3 jul. 1882
Carta 269
16 jul. 1882
Carta 279
4 agto. 1882
Carta 287
8-24 agto. 1882
Carta 288
8-24 agto. 1882
Carta 289
8-24 agto. 1882
Carta 290
25 agto. 1882
Carta 291
26 agto. 1882
Parte 2.
Error
Carta 251
251. A Lou von Salomé en Stibbe
<Tautenburg, 27/28 de junio de 1882>
Querida amiga
¡cómo me alegro de oír que el buen barco ha llegado a buen puerto!(1) En este momento los tres perteneceremos a las personas más satisfechas que existen. Esta Tautenburg me encanta y encaja conmigo en todo y cada una de las cosas; y una vez más en este maravilloso año me siento sorprendido por un inesperado regalo del destino. Para mis ojos y mis solitarias inclinaciones este es el paraíso; entiendo la indicación de que el tiempo de mis andanzas al sur ha pasado; el viaje desde Messina al Grunewald ha puesto un gran punto final a ese pasado.
Entretanto he compartido todo lo concerniente a usted con mi hermana. Tras el largo tiempo de separación sentí que ha progresado mucho y está más madura que antes, digna de toda confianza y con mucho amor hacia mí. Sus propios planes para el invierno están entretanto fijados (se va para Génova, a mi alojamiento de allá, después a Roma); mi preocupación de que estos quisieran cruzarse con los míos vieneses está con ello resuelta. Además ella tiene ahora sus propias inclinaciones al retiro y al »no dejarse influir« — y por eso creo a fin de cuentas que usted puede intentar vivir con ella y con nosotros. — Mi completo silencio no era necesario, ¿no cree usted? Hoy lo analicé y encontré como motivo de fondo: la desconfianza en mí mismo. Ciertamente he pasado por un acontecimiento, el haber ganado una »nueva persona«, y haber perdido los sesos literalmente — como consecuencia de una soledad demasiado rigurosa y de una renuncia a todo amor y a toda amistad. Yo debía guardar silencio, porque hablar de usted me habría turbado en cada ocasión (me pasó en casa de los queridos Overbeck) Ahora le estoy contando esto para hacerla reír. Resulta que sigo siendo muy humano, demasiado humano, y mis tonterías crecen junto con mi sabiduría.(2)
Esto me recuerda a mi »ciencia alegre«. El jueves llegan las primeras galeradas, y el sábado debe salir a la imprenta la última parte del Ms. Ahora ando ocupado con cuestiones lingüísticas muy sutiles; la decisión final sobre el texto me obliga a la »escucha« más escrupulosa de palabras y frases. El escultor llama a esta labor última »ad unguem«. — Con este libro se cierra aquella serie de escritos que empezó con »Huma. Demas..«: todos juntos deben erigir »una nueva imagen y un nuevo ideal del espíritu libre«.
Usted habrá adivinado hace mucho que no se trata, desde luego, de »los libres hombres de acción«(3). Más bien — pero aquí quiero terminar y reír. A usted y al amigo Rée
con afectuosa simpatía, FN.
Respuesta a una carta no conservada de Lou von Salomé.
------- NOTAS -------
- Lou von Salomé estaba residiendo desde mediados de junio en Stibbe, en casa de los Rée.
- Cf. La ciencia alegre, § 342.
- Cf. Humano, demasiado humano I, § 283.
------- FUENTES -------
http://www.nietzschesource.org/#eKGWB/BVN-1882,251
Carta 293
Finales de agto. 1882
Carta 298
8 de sept. 1882
Carta 305
16 de sept. 1882